La “ciudad de los 15 minutos” es un modelo urbano que propone que todas las personas puedan acceder en un máximo de quince minutos caminando o en bicicleta a los servicios y actividades esenciales de su vida diaria, como vivienda, trabajo, educación, salud, comercio y ocio. Este enfoque busca reducir la dependencia del automóvil, mejorar la calidad del aire, fomentar la vida comunitaria y hacer que los barrios sean más autosuficientes, sostenibles y habitables.
Este modelo busca fomentar los viajes a pie y en bicicleta y reducir los desplazamientos en vehículo privado, a partir de centralidades autosuficientes dentro de una misma ciudad, permitiendo que las personas puedan llevar a cabo la mayoría de sus recorridos de manera activa y saludable.
Además de la infraestructura para la movilidad activa (ciclo infraestructura, ciclo parqueaderos, espacios para la circulación peatonal, sistema de scooters o bicicletas públicas, etc.), las ciudades tienen también el potencial de proveer a sus habitantes de espacios de permanencia en donde se puedan llevar a cabo actividades deportivas y recreativas que por una parte, no generen gastos adicionales a los habitantes, y por otra parte, contribuyan al uso continuado y permanente del espacio público, a la apropiación del entorno por parte de sus habitantes, y por lo mismo, al cuidado y mantenimiento de estos espacios.
Sin importar si estamos hablando de grandes parques metropolitanos, bosques urbanos, bordes de agua, canchas deportivas, o pequeños parques de barrio, todos estos espacios contribuyen al bienestar y mejoran la calidad de vida de los habitantes de una ciudad.
No obstante, es de la mayor importancia tener en cuenta los siguientes lineamientos de diseño, para asegurar su calidad y disfrute por parte de todos:
- Los espacios públicos, recreativos y deportivos deben ser 100% accesibles para todos, incluyendo personas con movilidad reducida (PMR) y personas con otros tipos de discapacidad (auditiva, visual, etc.).
- En el diseño de parques, zonas deportivas o zonas de juegos, se debe analizar si las actividades o deportes que se plantean, podrán ser disfrutadas en igual medida por hombres y mujeres. Una perspectiva con enfoque de género puede aportar a que el diseño de los espacios sea más equitativo y pueda ser disfrutado por todos.
- Así mismo, es de vital importancia recordar que una parte importante de la población usuaria de los espacios públicos son niños, niñas, y personas de la tercera edad, y los diseños, mobiliario, circulaciones y señalética deben ser accesibles y amables para personas de todas las edades.
Adicional al diseño de espacios público y espacios de circulación, vale la pena explorar otras estrategias adicionales para fomentar la movilidad activa y la vida saludable en la ciudad; en ciudades como Bogotá y Ciudad de México, está implementada la estrategia de las ciclovías temporales (domingos y festivos), en donde se hace uso de las vías vehiculares de la ciudad por unas horas determinadas, para el uso por parte de peatones y biciusuarios. Este tipo de estrategias no solamente promueven la vida activa y la salud, sino que también proporcionan un espacio para vivir y disfrutar de la ciudad desde una perspectiva diferente, a un ritmo distinto al de los días laborales, y abriendo espacios para el contacto social y la convivencia en el espacio público.